Un brandy de más de 25 años… complejo pero amable.
Este brandy es el resultado del ensamblaje de excelentes holandas y aguardientes, que fueron envejecidas durante años en botas de roble americano, que habían previamente contenido vinos olorosos, teniendo en la actualidad una vejez media de más de veinticinco años.
Está calificado como Solera Gran Reserva, aunque esta designación no aporta mucho a la vejez de nuestros productos, ya que se otorga a cualquier brandy que certifique una vejez superior a tres años. En la actualidad este brandy continúa su crianza en botas de roble americano que formaron parte del soleraje de nuestro vino Oloroso Tradición VORS.
La complejidad de este brandy es notoria, pero su amabilidad, tanto en nariz como en boca, hacen de él una bebida muy tentadora a la vez que sencilla para aquellos que no se hayan iniciado en la apreciación del brandy. Sus aromas especiados – a clavo y nuez moscada – los tostados de nobles maderas viejas, torrefacto y tabaco de pipa, con un fondo de bombón de licor invitan a degustarlo.
Es un buen acompañante de chocolates amargos, puros habanos medios a fuertes y frutos secos. Para gustos más atrevidos es muy recomendable con determinados tipos de queso, tipo Idiazábal. En invierno la temperatura idónea de degustación es de 16º a18º pero nuestra recomendación es no servirlo en copa de balón para evitar la concentración del alcohol. A ser posible una copa de tipo tulipa sería la idónea y si no una copa de vino tinto tipo Borgoña. Tanto en verano como en invierno es muy agradable con hielo.
Un brandy de más de 25 años… complejo pero amable.
Este brandy es el resultado del ensamblaje de excelentes holandas y aguardientes, que fueron envejecidas durante años en botas de roble americano, que habían previamente contenido vinos olorosos, teniendo en la actualidad una vejez media de más de veinticinco años.
Está calificado como Solera Gran Reserva, aunque esta designación no aporta mucho a la vejez de nuestros productos, ya que se otorga a cualquier brandy que certifique una vejez superior a tres años. En la actualidad este brandy continúa su crianza en botas de roble americano que formaron parte del soleraje de nuestro vino Oloroso Tradición VORS.
La complejidad de este brandy es notoria, pero su amabilidad, tanto en nariz como en boca, hacen de él una bebida muy tentadora a la vez que sencilla para aquellos que no se hayan iniciado en la apreciación del brandy. Sus aromas especiados – a clavo y nuez moscada – los tostados de nobles maderas viejas, torrefacto y tabaco de pipa, con un fondo de bombón de licor invitan a degustarlo.
Es un buen acompañante de chocolates amargos, puros habanos medios a fuertes y frutos secos. Para gustos más atrevidos es muy recomendable con determinados tipos de queso, tipo Idiazábal. En invierno la temperatura idónea de degustación es de 16º a18º pero nuestra recomendación es no servirlo en copa de balón para evitar la concentración del alcohol. A ser posible una copa de tipo tulipa sería la idónea y si no una copa de vino tinto tipo Borgoña. Tanto en verano como en invierno es muy agradable con hielo.
“Nos identificamos con las bodegas que comercializamos.
Somos parte de ellas”.
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